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"Donde el ahorro cobra vida: BCP y la Juguetería Regalona del Cuy Mágico redefinen la banca con experiencia"

El Banco de Crédito del Perú (BCP) ha logrado lo que muchos aún intentan: convertir el ahorro en una experiencia emocional, divertida y memorable. Con la llegada de la Juguetería Regalona del Cuy Mágico a Mega Plaza, el BCP ha elevado el concepto de activación al siguiente nivel. ¿El resultado? Más de 800 clientes encantados, premios en efectivo y un ícono de marca que se consolida como el favorito de grandes y chicos.


El ahorro como experiencia: así se vive la magia con el Cuy Mágico

Lejos de los canales digitales y la formalidad de las sucursales, la Juguetería Regalona aterrizó con fuerza para demostrar que la banca puede ser cercana, entretenida y emocionalmente poderosa. Esta campaña navideña del BCP no solo premia a sus clientes, sino que transforma un hábito financiero en una vivencia multisensorial.

Con tan solo cumplir tres requisitos —tener una Cuenta Ahorros BCP, registrarse en el formulario oficial, mantener un saldo mínimo de S/.500 y portar su DNI—, los usuarios acceden a un espacio lleno de juegos, premios y nostalgia, donde el protagonista absoluto es el entrañable Cuy Mágico.

Más que premios: una conexión emocional con la marca

Desde vales de S/.1,000 y S/.100, hasta gift cards, peluches personalizados y merch exclusivo, el BCP ha apostado por recompensar de forma tangible a quienes confían en su propuesta financiera. Pero lo que realmente diferencia esta activación es su enfoque emocional:

El Cuy Mágico no es solo una mascota corporativa, es una experiencia en sí misma.

El peluche, que se entrega gratuitamente a cada visitante, puede personalizarse con aromas y prendas únicas, creando una relación afectiva entre el cliente y la marca. Y para los amantes de las redes sociales, el espacio incluye zonas instagrameables y un cuy a escala real para las mejores selfies del mes.

Marketing experiencial: diferenciación real en el sector financiero

Esta acción de marketing BTL no solo genera interacción física con los clientes, también posiciona al BCP como un referente en innovación emocional dentro del rubro bancario. En un sector tradicionalmente racional, esta activación aporta un valor diferencial difícil de replicar.

Con un aforo diario limitado a 360 personas, se genera un sentimiento de exclusividad y urgencia. Además, la campaña funciona como un recordatorio efectivo del impacto que tiene el branding emocional cuando se combina con recompensas tangibles y diseño estratégico.


Educación financiera disfrazada de diversión

Detrás de la alegría, los premios y la magia, esta campaña tiene un mensaje claro: ahorrar sí vale la pena. Al premiar a los usuarios que mantienen una cuenta con fondos constantes, el BCP incentiva una práctica financiera saludable, especialmente en épocas donde el consumo tiende a desbordarse.

Con esta acción, el banco convierte un mensaje financiero en un lenguaje cotidiano y accesible, especialmente para los más jóvenes o quienes recién se integran al mundo del ahorro.


Por: Valeria Paredes Tafur.


 
 
 

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